COMPONENTES ESTRUCTURALES DE LA SOCIEDAD.
La exposición anterior de las relaciones
entre una sociedad y su ambiente utilizó una clasificación relativamente
sistemática de los componentes estructurales.
Nuestra definición inicial de la comunidad
societaria se enfocó en la interrelación de dos factores o sea, un orden normativo y una población colectivamente organizada. Para la mayoría de los propósitos
generales, en el análisis de las sociedades, no necesitamos ampliar nuestra
clasificación de componentes más allá de una simple distinción dentro de cada
uno de esos factores. Establecemos una distinción entre los aspectos de cada
factor que son primordialmente internos en la comunidad societaria y los que la
conectan principalmente con sistemas circundantes.
Del lado normativo, podemos hacer
una distinción entre normas y valores. Los valores, en el sentido de
patrón (es importante no confundir este termino con el relativo a los objetos
valiosos), los consideramos como el principal elemento de conexión entre el
sistema social y el cultural; no obstante, la normas son primordialmente
sociales y tiene importancia reguladora para los procesos y las relaciones
sociales, sin incluir principios aplicables por encima de la organización
social o, a menudo, incluso, de un sistema social dado. En sociedades más
avanzadas, el enfoque estructural de las normas es el sistema legal.
Del lado de la población
organizada, la colectividad es la categoría de estructura intrasocial y el rol
papel es la categoría de estructura límite. La relación se loga con la
personalidad del miembro individual del sistema social de referencia. El límite
con el complejo orgánico-físico es de un orden que no requiere una
conceptualización clara en ese contexto; aun cuando los productos tanto de las
personalidades como del sistema cultural convergen en el organismo en los
procesos de socialización, en la aplicación de las capacidades y varios otros
modos.
Estas cuatro categorías
estructurales (valores, normas,
colectividades y roles o papeles) pueden estar relacionados con nuestro
paradigma funcional general. Los valores tienen preponderancia en el
mantenimiento del funcionamiento de patrones de un sistema social. Las normas
son primordialmente de integración y regulan la gran cantidad de procesos que
contribuyen a la aplicación de compromisos de valores incluidos en el patrón.
El funcionamiento primordial de colectividad se interesa por el alcance real de
las metas por parte del sistema social. Cuando los individuos desempeñan
funcione importantes desde el punto de vista societario, lo hace en su
capacidad de miembros de la colectividad. Finalmente, la función primaria del
papel en el sistema social es de adaptación. Esto resulta particularmente claro
para la categoría de servicio, puesto que la capacidad para satisfacer
desempeñamos de papeles valiosos en el recurso de adaptación generalizada más
básico de cualquier sociedad, aun cuando debe coordinarse con los recursos
culturales, orgánicos y físicos.
Cualquier unidad estructural
concreta de un sistema social constituye siempre una combinación de los cuatro
componentes ---la clasificación que nos ocupa incluye componentes y no tipos.
Con frecuencia, hablamos de un papel o una colectividad como si fuera una
entidad concreta; sin embargo, hablando estrictamente, esto es elíptico. No hay
colectividad sin papeles de los miembros y, viceversa, no existe ningún papel
que no forme parte de una colectividad. Tampoco hay ningún papel ni
colectividades que no es en reguladas por normas y que no se caractericen por
un compromiso con los patrones de valores; por ejemplo, con fines analíticos,
podemos abstraer los componentes de valores de una estructura y describirlos
como objetos culturales; pero cuando se emplean
técnicamente en categorías de estructura social, debe referirse siempre
a componentes de sistemas sociales que contengan también los otros tres
componentes.
De todos modos, las cuatro
categorías de componentes de acuerdo con la naturaleza del caso, son
independientemente variables; por ejemplo, el conocimiento del patrón de
valores de una colectividad no hace que sea posible deducir su composición de
papeles. Los casos en los que los contenidos
de dos o más tipos de componentes varían juntos, de tal modo que el
contenido de uno de ellos pueda deducirse directamente del de otro, son casos especiales
y limitados, en lugar de generales.
Así, los mismos patrones de
valores constituyen generalmente partes estructurales de una variedad amplia de
unidades o subsistemas diferentes en una sociedad y, con frecuencia, se
encuentran en muchos niveles de las jerarquías estructurales. Además, a menudo,
las mismas normas son esenciales para el funcionamiento de gran variedad de
tipos de unidades operativas. Así, los derechos legales de propiedad implican elementos normativos comunes tanto si el poseedor de esos derechos
es una familia, como un cuerpo religioso o una empresa comercial; por supuesto,
las normas están diferenciadas debido a la situación y la función; pero las bases de su
diferenciación no son las mismas que las de colectividades y los papeles.
Dentro de ciertos límites, parece ser que cualquier colectividad implicada en
cierta situación o que realiza determinada función se regulará por ciertas normas, sean cuales
sean sus demás características. Finalmente, esa variación independiente es también
característica de los papeles; por ejemplo, las funciones ejecutivas o de
administración y ciertos tipos de papeles profesionales son comunes a muchos
tipos de comunidades y no exclusivamente de uno solo.
El mismo principio básico de
variación independiente se aplica a las relaciones entre el sistema social y
sus sistemas circundantes. Es la persona que desempeña un papel y no el
individuo concreto total, el que es miembro de una colectividad que puede ser,
incluso, la societaria. El carácter plural de los papeles asumidos por una
personalidad es una de las bases principales de la teoría sociológica y debe
tenerse en cuenta constantemente. A medida que una sociedad evoluciona, el
pluralismo de papeles se hace cada vez más importante, pero caracteriza a
cualquier sociedad.
Bibliografía:
Contin, A. (1974). La sociedad
perspectivas evolutivas y comparativas. México: Trillas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario