sábado, 2 de abril de 2016

Proceso y cambio de los sistemas sociales.


PROCESO Y CAMBIO.


El tipo de proceso característico de los sistemas sociales es lo que denominamos interacción. A fin de comprender la acción en nuestro sentido, ese proceso debe enfocarse en niveles simbólicos. Esencialmente, se refiere al nivel lingüístico de expresión y comunicación, el concepto de un nivel amplio es justificable, debido a que los factores que denominamos habla y escritura participan en muchos otros eventos significativos, como los “gestos”, “las aplicaciones físicas de metas” etc. Además, hay medios simbólicos de interacción, a parte del lenguaje, como el dinero que tal vez sea mejor considerar como lenguajes especializados que como ordenes esencialmente diferentes de comunicación.
Un lenguaje no es simplemente un conjunto de símbolos que se han utilizado en el pasado; es un sistema de símbolos que tienen significado en relación a un código. Un código lingüístico es una estructura  normativa paralela a la que se compone de normas y valores societarios, de hecho, puede considerarse adecuadamente como un caso especial de la norma, dejando margen para su enfoque cultural, por oposición al social.
En general, los procesos de comunicación afectan a quienes reciben los mensajes,  aunque el grado hasta el que los efectos son los deseados por quienes efectúan la comunicación es siempre algo problemático. La recepción de un mensaje puede estimular una salida que, en cierto modo, es una respuesta. No obstante, el no responder es también alternativa, sobre todo cuando algunos mensajes se “difunden” (por ejemplo, si se imprimen en un periódico), de tal modo que “cualquiera” puede  o no verlo y responder o no.
El proceso que conduce a una respuesta relacionada en cierto modo con una o más recepciones de comunicación, puede denominarse “decisión”. Este proceso se produce dentro de la “caja negra”, que es la personalidad del actor. Hasta donde la comunicación es parte de un proceso social, la personalidad desempeña un papel cuya naturaleza depende de sus relaciones con los receptores reales y potenciales del mensaje y con las fuentes de las que proceden sus recepciones de comunicaciones.
Aun cuando una decisión puede ser ostensiblemente una respuesta  a un mensaje en particular, es poco apropiado considerarla como consecuencia  de un estímulo simple. Una decisión es siempre una consecuencia de una combinación de factores, entre los que una entrada  inmediata es solamente uno de ellos. Todos los procesos sociales deben concebirse como la combinación y la recombinación de factores comunicables  y variables.
Por ejemplo, el uso del poder puede concebirse como la comunicación de una decisión a las partes requeridas, de modo que sus implicaciones comprometen a una colectividad y todos los actos de sus miembros importantes. Así, al ordenarle a su unidad que realice un ataque, un oficial se limita hacer la orden, activando en esa forma un sistema conductual complejo por parte de sus hombre; sin embargo, resulta claro que esos procesos cibernéticos de comunicación sólo pueden operar eficientemente en contextos en los que las estructuras  institucionales ejercen un control cibernético estrecho sobre los diversos factores.
En los niveles teóricos más generales no hay diferencias entre los procesos que sirven para mantener un sistema y los que sirven para cambiarlo. La diferencia reposa en la intensidad, la distribución y la organización de los componentes “elementales” de procesos particulares relativos a los estados de las estructuras a las que afectan; sin embargo, cuando describimos una revolución carismática o el desarrollo de un sistema burocrático, diciendo que se trata de procesos, se generaliza en realización a combinaciones muy complejas de procesos elementales.


Bibliografía:

Contin, A. (1974). La sociedad perspectivas evolutivas y comparativas. México: Trillas.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario