Funcionalismo Estructural
Robert Nisbet señaló que el funcionalismo estructural ha
sido, “sin lugar a dudas, el cuerpo de teoría más relevante de las ciencias
sociales del presente siglo.” (Citado en Turner y Maryanski, 1979: xi). Kingsley
Dabis (1959) adoptó el punto de vista de
que el funcionalismo estructural se había convertido virtualmente en un
sinónimo de la sociología. Alvin Gouldner (1970) adoptó implícitamente una perspectiva similar cuando atacó la
sociología occidental a través de su análisis crítico de las teorías
estructural-funcionalistas de Talcott Parsons.
A pesar de la indiscutible hegemonía que ostentó durante las dos décadas
posteriores a la segunda Guerra Mundial, el funcionalismo estructural ha
perdido importancia como teoría sociológica. Incluso Wilbert Moore, quien
estuvo estrechamente relacionado con esta teoría, señalo que se había
“convertido en un estorbo para la sociología contemporánea” (1978). Y dos
observadores declararon “por tanto tenemos la sensación de que el funcionalismo
ha muerto, y de que todos los esfuerzos que utilizan en el funcionalismo como
explicación teórica deben de abandonarse en favor de perspectivas teóricas más
prometedoras”. Nicholas Demerath y Richard Peterson (1967) defendieron un punto
de vista más positivo y señalaron que
el funcionalismo estructural no había sido una moda pasajera. Admitieron
que del mismo modo que el funcionalismo se derivó del antiguo organicismo, probablemente se
desarrollaría hasta convertirse en otra teoría sociológica. El surgimiento del
neoliberalismo parece que apoya más la
postura de Demerath y Peterson que la perspectiva más negativa de Tuner y
Maryanski.
El funcionalismo estructural no es necesario usar los
términos estructural y funcional conjuntamente,
aunque típicamente aparecen juntos. Podemos estudiar las estructuras de la
sociedad sin atender a las funciones que realizan para otras estructuras. Así
mismo se pueden examinar las funciones de varios procesos sociales que pueden no adoptar una forma estructural.
Con todo, la preocupación por amos elementos caracteriza al funcionalismo
estructural. Aunque el funcionalismo estructural adopte varias formas, el
funcionalismo societal es el enfoque
dominante entre los funcionalistas estructurales de la sociología. La principal
preocupación del funcinalismo societal son las grandes estructuras e
instituciones sociales de la sociedad, sus interrelaciones su influencia
constrictora en los actores.
LA TEORÍA FUNCIONALISTA DE LA
ESTRATIFICACIÓN
La
teoría funcionalista de la estratificación que desarrollaron Kingsley y Davis y
Wilbert Moore (1945), es, quizá, el trabajo más conocido de teoría estructural
funcional. Davis y Moore especificaron con claridad que consideraban la
estratificación social como algo universal y necesario. Consideran que ninguna
sociedad podría existir sin estratificación, o sin clases. La estratificación
era, desde su punto de vista, una necesidad funcional. Toda sociedad requiere
un sistema de estratificación. En su opinión, el sistema de estratificación era
una estructura, es decir, la estratificación no hacía referencia a los individuos dentro del sistema de
estratificación, sino a un sistema de posiciones. Se centraron en el modo en
que ciertas posiciones les conferían
diferentes grados de prestigio y no en el modo en que los individuos
llegaban a ocupar ciertas posiciones.
Así la
cuestión funcional de mayor importancia es el modo en que una sociedad motiva y
sitúa a las personas en una posiciona <<apropiada>>
en el sistema de estratificación. Esta cuestión se reduce a 2 problemas.
Primero, ¿Cómo suscita una sociedad en los individuos
<<apropiados>> el deseo de
ocupar ciertas posiciones? Segundo, una vez que las personas ocupan su posición
adecuada, ¿Cómo suscita en ellas la sociedad el deseo de cumplir los requisitos
de esas posiciones?
El
problema del lugar social adecuado en la sociedad surge de 3 razones básicas. 1°.- la ocupación de ciertas
posiciones es más agradable que otras. 2°.- ciertas posiciones son más
importantes para la supervivencia de la sociedad que otras. 3°.- las distintas
posiciones sociales requieren diferentes capacidades y aptitudes.
Aunque
estas acciones afectan a todas posiciones sociales, Davis y Moore se centraron
en las posiciones funcionalmente más importantes de la sociedad. Estas
posiciones, que se sitúan en la parte superior del sistema de estratificación
son, presumiblemente, las menos agradables, pero las más importantes para la
supervivencia de la sociedad, y requieren la capacidad y la aptitud más
competente. Además, la sociedad debe de comprender con recompensas
satisfactorias a estas posiciones para que haya suficientes personas que
quieran ocuparse y para que los individuos que llegue a ocuparlas cumplan con
diligencias sus deberes. Lo contrario está implícito en el estudio de Davis y
Moore, pero no lo analizaron. Es decir, las posiciones inferiores del sistema
de estratificación son presumiblemente las más agradables y las menos
importantes y requieren menos capacidad y talento. Asimismo, la sociedad tiene
menos necesidad de asegurarse que los individuos ocupan estas posiciones y
cumplen sus deberes con diligencia.
Davis
y Moore no creían que la sociedad desarrollada consistentemente un sistema de
estratificación con el fin de garantizar la ocupación y el cumplimiento
adecuado de las posiciones más altas. Por el contrario especificaron que la
estratificación era un <<mecanismo inconsciente desarrollado>> que,
sin embargo, toda sociedad desarrolla o
debe desarrollar con el fin de sobrevivir.
Para
garantizar que las personas ocupen las posiciones mas altas, la sociedad debe
dar a los individuos que los ocupan diversos tipos de recompensas, como
prestigio, salario alto y suficiente ocio. Davis y Moore pensaban que no podemos
esperar que las personas se embarquen en el largo y caro proceso de la carrera
si no les ofrecemos suficientes recompensas, es decir, que las personas que están
en las posiciones altas deben recibir las recompensas que merecen. En el caso
de que estas posiciones no se ocupen, la sociedad corre peligro de
desintegrarse.
La
critica fundamental es que la teoría funcional de la estratificación perpetua
la posición privilegiada de las personas que tiene poder, prestigio y dinero
aduciendo que estas personas merecen sus
recompensas; de hecho necesitan que se
les ofrezcan esas recompensas para el bien de la sociedad. Esta teoría también ha
sido criticada por suponer que por el simple hecho de que la estructura social
estratificada haya existido en el
pasado, debe continuar existiendo en el futuro. Cabe dentro de lo posible que
las sociedades futuras se organicen de otras maneras diferentes sin recurrir a
la estratificación. Se ha señalado que
la idea de que las posiciones funcionales varían de acuerdo con su importancia para la
sociedad es difícil de sostener.
Muchas
personas no pueden obtener la formación que se necesita para alcanzar
posiciones prestigiosas, incluso aunque tengan aptitud. Por lo general, muchas
personas capaces no tienen la oportunidad
de demostrar que pueden desempañar posiciones altas ni si quiera cuando
existe una clara necesidad de que lo hagan. Aquellos que ocupan esas posiciones altas están interesados en
mantener su poder e ingresos altos. No tenemos la obligación de ofrecer
a las personas poder, prestigio e ingresos para que sientan el
deseo de ocupar posiciones altas. Las
personas pueden sentirse igualmente motivadas por la satisfacción de hacer bien
su trabajo o por la oportunidad de servir a los demás.